lunes, 19 de octubre de 2015

La individualidad de los hijos

Considero que es importante que cada familia respete la individualidad de cada uno de sus miembros. La familia jamás debería dificultar el crecimiento y autodescubrimiento de sus miembros, al contrario, debe alentarlo. Es importante que ningún miembro de la familia, ni el padre, ni el abuelo, ni la madre… trate de imponer sus criterios y puntos de vista. Creo que es algo muy triste cuando un hijo adulto vive bajo la sombra de sus padres y pide permiso para actuar, para salir, para viajar, para vivir, etc.

Considero que la mejor manera de educar a los hijos es simplemente teniendo una vida coherente con los valores que les queremos transmitir: si queremos hijos responsables, seamos responsables, si queremos hijos honestos, seamos honestos, si queremos hijos amorosos, seámoslo. Los sermones confunden a los niños, enfadan a los adolescentes y frustran a los hijos adultos. Si los padres han tenido una vida coherente con sus valores, el hijo durante su infancia y adolescencia observó y aprendió, cuando se es adulto y le toca decidir, un buen padre no debería temer, imponer ideas ni prohibir, sino escuchar, dar un consejo cuando se le pida, y alentar a los hijos a volar y tener ahora por si mismos una vida coherente en base a los valores aprendidos, tanto de sus padres, como de la vida misma.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Cuando mis hijos sean adultos

Susana, tus hijos ya son adultos independientes y tienen planes para sus vacaciones, el puente y los fines de semana. No te aferres a ellos y no te angusties si un fin de semana del mes no pueden ir a visitarte; tampoco lo hagas si sólo van una vez al año. ¿Sabes algo? No los necesitas, puedes prescindir de ellos y de su compañía. ¡Claro! Es algo muy lindo tenerlos a tu lado, disfrútalos cada que puedas, pero no te hagas dependiente a eso. Tú, Susana, alégrate por haber cumplido: los hiciste crecer sanos y seguros de sí mismos, llegaron a la edad adulta y, naturalmente, salieron de tu nido y volaron ¡Que orgullo tan grande! Tú recuerda siempre que eres más que esposa y madre, antes de eso, eres mujer, y como cualquier otra, tienes el derecho y el deber de realizarte en la vida. Tener hijos y hacerlos crecer fue uno de tus proyectos, uno que ya ha concluido y tus niños ya no lo son, y tienen las capacidades para valerse por sí mismos, tienen las capacidades para valerse incluso sin ti, una vez más ¡Que orgullo! Ahora tú, no te  quedes en el mismo lugar añorando la protección que les dabas ¡Avanza que las cosas han cambiado! ¡Busca más! ¡Crece como mujer! Aprende cosas nuevas y jamás dependas de nada ni de nadie para ser feliz y plena

lunes, 14 de septiembre de 2015

La misión de los padres

Hijo, hija: Decidí ser madre porque deseaba hacer un gran proyecto: crear seres humanos, libres, felices e independientes, seres conscientes de sus capacidades y su autenticidad, seres que se amen a ellos mismos, seres tolerantes, de mente abierta, responsables y creativos
  
Mi trabajo es apreciar en lo que se han convertido, disfrutar su esencia única, disfrutar su autenticidad y escucharlos cada que digan "Yo pienso, yo consideró, yo creo, yo lo quiero hacer así". Mi trabajo, entre más cosas, consiste en escucharlos y respetarlos.

Estoy consciente que llegará el momento de dejarlos en libertad ¡de soltarlos!
¡Que tengan su espacio! ¡Que tengan su libertad! Ahí donde decidan y se equivoquen cómodamente, sobrevivan a sus errores, aprendan por ustedes mismos y terminen conociéndose mejor que nadie
Anhelo que regresen, pero que regresen por amor, sin ataduras y sin obligaciones

Te amo hija, te amo hijo
Eres único, eres única

Y tienes derecho a expresarte y vivir como tu lo consideres correcto

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La fidelidad de los hombres

Hija, quiero contarte que desde que yo era adolescente la mayoría de mis amigas decía no confiar en los hombres, llegue a sostener conversaciones con varias de las más cercanas a mí, y defendían: “Es que todos son iguales, ¡ningún solo hombre es fiel! Está en su naturaleza”. También escuchaba esos comentarios de mi madre y tías, mujeres de generaciones pasadas. A mí me llenaba de rabia esa idea. “¡Eso no es cierto!” pensaba mientras mis amigas o mi familia comentaba esto. Me enfurecía que una mujer tuviera que soportar la infidelidad de su pareja porque estaba justificada por su "naturaleza de varón" y también pensaba que era injusto para los hombres ser considerados seres con bajo control de sus instintos sexuales. Desde muy joven, en secundaria, tuve claro algo: Yo no soportaría una infidelidad llevada a cabo con la excusa de “soy hombre, está en mi naturaleza”. Yo tenía claro que quería una pareja que estuviera al igual que yo, convencida de que esa idea es absurda y machista. Y, además, estaba convencida de que lo encontraría. Con el tiempo llego tu padre. Ya que estaba con él, mi novio fiel, seguía escuchando comentarios de mis amigas “Todos son iguales. ¡Infieles!” al inicio me lamentaba por ellas, imaginaba que sería horrible estar en una relación en la que siempre esperarías el engaño y la traición. Después, aprendí que cada persona atrae a su vida lo que piensa. Yo atraje a mi vida a un hombre fiel, pues prácticamente desde que tuve noción de las relaciones de pareja, supe que querría un hombre leal a mí. Ellas crecieron creyendo y asegurando que no hay hombre fiel, entonces, naturalmente no lo encuentran.


Así hija, no te desanimes por estereotipos o ideas preconcebidas, no encontrarás nunca un hombre perfecto, eso es hermoso y cierto, pero tú, pon en lista los valores esenciales que deseas en tu compañero de vida y confía en que el universo te hará encontrar al que los cumpla.






-¡El ser fiel va en contra de la naturaleza! ¡mira a los animales!
-Bueno, compañero, si deseas quedarte en nivel animal, adelante. Yo estaré con un hombre.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Impotancia de la confianza en la pareja

Hijos, tengo un consejo en cuanto a relaciones de pareja: Quédense con alguien en quien confíen y que a la vez sea lo suficientemente seguro para confiar en ustedes. En realidad, no hay nada más valioso en una relación que la paz, la seguridad y la libertad.

Si no confían en su pareja, analicen por qué ¿simplemente se sienten inseguros y temen perder a su pareja? ¿O su pareja les ha mentido? Si su desconfianza se debe a su propia inseguridad, terminen la relación y trabajen con ustedes mismos: ¿Qué es lo que está fallando? ¿Por qué sin motivo alguno siento estos celos irracionales? Quizá necesitarían ayuda profesional, tómenla. Trabajen su autoestima y seguridad antes de iniciar una relación más. Si el motivo de sus dudas es porque su pareja les ha mentido o les miente constantemente, analicen la actitud de su pareja al respecto ¿está dispuesta a cambiar, o no? Si lo está y ustedes anhelan seguir con esa relación, trabajen en ello: no más mentiras y solamente tener paciencia a que la confianza vuelva. ¿Qué pasa si la confianza no regresa a ustedes? O, ¿Qué pasa si su pareja sigue cometiendo errores?, simplemente, terminen la relación. Eviten las noches de vela pensando que estará haciendo, eviten la manía de revisar sus mensajes en celulares o computadoras, evítense la necesidad de estar revisando sus pasos, sus miradas y sus pensamientos, eviten necesitar vigilarlos y controlarlos para no perderlos, simplemente, eviten la sensación de que los podrían perder. Háganlo, por su propio bienestar.

Si su pareja no confía en ustedes, primero, analicense y determinen si algo en ustedes da lugar a esa desconfianza, ¿les mienten constantemente a sus parejas? ¿O les han mentido antes? Si ustedes son los que mienten pero en verdad les importa su pareja y anhelan seguir con ella, tengan una comunicación abierta, analicen las fallas de cada uno y comprométanse a cambiar, seguramente su pareja no les tomara confianza inmediatamente después, necesitara tiempo, y si no le vuelven a fallar, seguro pasarán la prueba y fortalecerán su relación, pero ¿Qué pasa si no? ¿Qué pasa si, por más que se esfuerzan, parece imposible que su pareja confíe nuevamente en ustedes? O, lo que creo que sería peor ¿Qué hacer cuando ustedes no han mentido, solamente su pareja es insegura y los cela constantemente? Terminen la relación, eviten la sensación constante de tener que estarse ocultando, eviten lo más que puedan ser vigilados constantemente, eviten las peticiones irracionales: que les prohíban vestirse como ustedes consideran apropiado, hablar con personas que no son toxicas para su relación, salir con sus amigos y divertirse. Por favor, hijos, eviten a toda costa ser controlados y ser cambiados a la conveniencia de alguien más.

Hijos, yo me esforcé desde que eran pequeños para darles seguridad, confianza y libertad. Nunca arrebaten de la vida de otra persona esas bendiciones y jamás permitan que alguien más se las arrebate a ustedes.


Sean libres y amen en libertad. Sean libres y quédense con personas que los amen en libertad.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Cuando tu pareja no te presenta a sus padres

Niños, cuando tu papá y yo éramos novios, siempre fue algo bueno, yo lo sabía, a pesar de los problemas y de las diferencias, yo tuve siempre esa seguridad de que él y yo estábamos destinados a estar juntos y superaríamos todo. Y aquí estamos.

Yo sabía que tenía cosas por mejorar: Aprender a decir lo que me molestaba de manera asertiva. Sorprendentemente, niños, era muy insegura, aunque no lo crean, me costaba decirle a su padre las cosas no me parecían bien, me era difícil pedirle que cambiara lo que consideraba que no era bueno para la relación, y eso trajo muchos problemas, pero bueno, fue algo que fui mejorando y ya lo he superado.


A todo esto, había un tema en particular que me daba muchas vueltas en la cabeza: él tardó muchísimo tiempo en presentarme a sus abuelos. Si, cuando empezamos a ser novios oficialmente, yo tenía la certeza de que me presentaría rápido a sus padres, es decir, había tenido otras novias y a todas las había llevado a su ciudad natal para presentarlas, incluso a la chica con la que anduvo antes que conmigo, con ella solo duró 3 meses y alcanzó a llevarla con sus padres. Entonces, yo empecé a andar con él en un mes de agosto, tenia la certeza de que para diciembre yo ya habría ido a su ciudad de origen, ya habría visto la casa la que crió y claro, conocer a su familia. Pero diciembre llegó, es más! llegó el siguiente año, y no había pasado. Me preguntaba por que, vaya, era una buena relación seria, él ya conocía a mis padres, claro que había fallas, pero nunca deje de sentir que el me quisiera, que me respetara y me tomara muy en serio, entonces decidí esperar más. Tres años! Dios! Tres años de novios y no conocía a sus padres. Cualquiera que lo supiera pensaba que él no me tomaba en serio, mis padres lo sabían, obviamente, y me lo decían: "Checa bien las cosas en tu relación, esta mal que no te lleve con sus padres". Eso me hacía enfurecer! Yo estaba segura que su padre me amaba y me tomaba muy en serio y lo que teníamos era algo bueno, pero ¿Por qué se tardaba tanto? Es decir, ya había platicado con él del tema, después de año y medio de relación al fin (recuerden que luchaba con mi seguridad para poder expresar bien mis puntos de vista) le hice la pregunta: Y a mi, cuando me presentarás a tu familia? Me dijo que sus papás ya le habían dicho que se detuviera, que no llevará más chicas a su casa hasta que las cosas fueran formales. Era razonable, me prometió que a mi si me presentaría pronto, que él si me quería de verdad, solamente quería esperar un poco más. Me tranquilice, le di tiempo, decidí confiar en él y permitirle hacer las cosas a su manera y a su tiempo, decidí ya no fastidiar más con el tema, a fin de cuentas, yo quería que cuando se sintiera listo, a él le naciera llevarme a su ciudad natal y que no lo hiciera por que se sintiera presionado por mi. Le di tiempo, y el tiempo pasó y siguió pasando. ¡3 años! 3 años de relación y yo seguía sin conocer a nadie de su familia, pareció que le dio carpetazo al tema y ya no se volvió a tocar, es decir, no había ni señales de que pronto se acercaría ese gran momento, ¿por que? estaba confundida, era un novio muy bueno, me sentía respetada y querida por él, me era fiel, era sincero, era un novio de 10, pero no me presentaba a sus padres, y eso, eso es algo elemental para la pareja y el tema me estaba volviendo loca.

Debía volver a tomar el tema con él? Por supuesto que si! Es decir! Ya estaba molesta! Aquella vez que me dijo: "No te preocupes te presentaré a mis padres pronto" fue mentira, me mintió! Ya habían pasado 18 meses desde entonces!

Como se lo diría? Debía esperar a que sacará de pronto en la conversación a su familia? O simplemente yo debía preguntar de la nada? Debería presionarlo más exigiéndole que me diera una fecha exacta de cuando me llevaría? Si me daba más largas, debería considerar terminar la relación?

Lo debatía mucho, recuerden niños, a su madre se le dificultaba pedir lo que consideraba justo para ella en las relaciones