Susana, tus hijos ya son adultos independientes y tienen
planes para sus vacaciones, el puente y los fines de semana. No te aferres a
ellos y no te angusties si un fin de semana del mes no pueden ir a visitarte;
tampoco lo hagas si sólo van una vez al año. ¿Sabes algo? No los necesitas,
puedes prescindir de ellos y de su compañía. ¡Claro! Es algo muy lindo tenerlos
a tu lado, disfrútalos cada que puedas, pero no te hagas dependiente a eso. Tú,
Susana, alégrate por haber cumplido: los hiciste crecer sanos y seguros de sí
mismos, llegaron a la edad adulta y, naturalmente, salieron de tu nido y
volaron ¡Que orgullo tan grande! Tú recuerda siempre que eres más que esposa y
madre, antes de eso, eres mujer, y como cualquier otra, tienes el derecho y el
deber de realizarte en la vida. Tener hijos y hacerlos crecer fue uno de tus
proyectos, uno que ya ha concluido y tus niños ya no lo son, y tienen las
capacidades para valerse por sí mismos, tienen las capacidades para valerse
incluso sin ti, una vez más ¡Que orgullo! Ahora tú, no te quedes en el mismo lugar añorando la
protección que les dabas ¡Avanza que las cosas han cambiado! ¡Busca más! ¡Crece
como mujer! Aprende cosas nuevas y jamás dependas de nada ni de nadie para ser
feliz y plena
miércoles, 16 de septiembre de 2015
lunes, 14 de septiembre de 2015
La misión de los padres
Hijo, hija: Decidí ser madre porque deseaba hacer un gran proyecto: crear seres humanos, libres, felices e independientes, seres conscientes de sus capacidades y su autenticidad, seres que se amen a ellos mismos, seres tolerantes, de mente abierta, responsables y creativos
Mi trabajo es apreciar en lo que se han convertido, disfrutar su
esencia única, disfrutar su autenticidad y escucharlos cada que
digan "Yo pienso, yo consideró, yo creo, yo lo quiero hacer así". Mi trabajo, entre más cosas, consiste en escucharlos y respetarlos.
Estoy consciente que llegará el momento de dejarlos en
libertad ¡de soltarlos!
¡Que tengan su espacio! ¡Que tengan su libertad! Ahí donde
decidan y se equivoquen cómodamente, sobrevivan a sus errores, aprendan por ustedes mismos y terminen conociéndose mejor que nadie
Anhelo que regresen, pero que regresen por amor, sin
ataduras y sin obligaciones
Te amo hija, te amo hijo
Eres único, eres única
Y tienes derecho a expresarte y vivir como tu lo consideres correcto
Etiquetas:
dejar ir a los hijos,
el deber de los padres,
independencia de los hijos,
la misión de los padres,
respeto a los hijos
miércoles, 9 de septiembre de 2015
La fidelidad de los hombres
Hija, quiero contarte que desde que yo era adolescente la mayoría de mis amigas decía no confiar en los hombres, llegue a sostener
conversaciones con varias de las más cercanas a mí, y defendían: “Es que todos
son iguales, ¡ningún solo hombre es fiel! Está en su naturaleza”. También
escuchaba esos comentarios de mi madre y tías, mujeres de generaciones pasadas. A mí me llenaba de rabia esa idea. “¡Eso
no es cierto!” pensaba mientras mis amigas o mi familia comentaba esto. Me
enfurecía que una mujer tuviera que soportar la infidelidad de su pareja porque
estaba justificada por su "naturaleza de varón" y también pensaba que era injusto para los hombres ser
considerados seres con bajo control de sus instintos sexuales. Desde muy joven,
en secundaria, tuve claro algo: Yo no soportaría una infidelidad llevada a cabo
con la excusa de “soy hombre, está en mi naturaleza”. Yo tenía claro que quería
una pareja que estuviera al igual que yo, convencida de que esa idea es absurda
y machista. Y, además, estaba convencida de que lo encontraría. Con el tiempo
llego tu padre. Ya que estaba con él, mi novio fiel, seguía escuchando
comentarios de mis amigas “Todos son iguales. ¡Infieles!” al inicio me
lamentaba por ellas, imaginaba que sería horrible estar en una relación en la
que siempre esperarías el engaño y la traición. Después, aprendí que cada
persona atrae a su vida lo que piensa. Yo atraje a mi vida a un hombre fiel,
pues prácticamente desde que tuve noción de las relaciones de pareja, supe que querría un hombre leal a mí. Ellas crecieron creyendo y asegurando que no hay hombre fiel,
entonces, naturalmente no lo encuentran.
Así hija, no te desanimes por estereotipos o ideas
preconcebidas, no encontrarás nunca un hombre perfecto, eso es hermoso y
cierto, pero tú, pon en lista los valores esenciales que deseas en tu compañero de
vida y confía en que el universo te hará encontrar al que los cumpla.
-¡El ser fiel va en contra de la naturaleza! ¡mira a los animales!
-Bueno, compañero, si deseas quedarte en nivel animal, adelante. Yo estaré con un hombre.
lunes, 7 de septiembre de 2015
Impotancia de la confianza en la pareja
Hijos, tengo un consejo en cuanto a relaciones de pareja:
Quédense con alguien en quien confíen y que a la vez sea lo suficientemente
seguro para confiar en ustedes. En realidad, no hay nada más valioso en una
relación que la paz, la seguridad y la libertad.
Si no confían en su pareja, analicen por qué ¿simplemente se
sienten inseguros y temen perder a su pareja? ¿O su pareja les ha mentido? Si
su desconfianza se debe a su propia inseguridad, terminen la relación y
trabajen con ustedes mismos: ¿Qué es lo que está fallando? ¿Por qué sin motivo
alguno siento estos celos irracionales? Quizá necesitarían ayuda profesional,
tómenla. Trabajen su autoestima y seguridad antes de iniciar una relación más. Si
el motivo de sus dudas es porque su pareja les ha mentido o les miente
constantemente, analicen la actitud de su pareja al respecto ¿está dispuesta a
cambiar, o no? Si lo está y ustedes anhelan seguir con esa relación, trabajen
en ello: no más mentiras y solamente tener paciencia a que la confianza vuelva.
¿Qué pasa si la confianza no regresa a ustedes? O, ¿Qué pasa si su pareja sigue
cometiendo errores?, simplemente, terminen la relación. Eviten las noches de
vela pensando que estará haciendo, eviten la manía de revisar sus mensajes en
celulares o computadoras, evítense la necesidad de estar revisando sus pasos,
sus miradas y sus pensamientos, eviten necesitar vigilarlos y controlarlos para
no perderlos, simplemente, eviten la sensación de que los podrían perder. Háganlo,
por su propio bienestar.
Si su pareja no confía en ustedes, primero, analicense y
determinen si algo en ustedes da lugar a esa desconfianza, ¿les mienten constantemente
a sus parejas? ¿O les han mentido antes? Si ustedes son los que mienten pero en
verdad les importa su pareja y anhelan seguir con ella, tengan una comunicación
abierta, analicen las fallas de cada uno y comprométanse a cambiar, seguramente
su pareja no les tomara confianza inmediatamente después, necesitara tiempo, y
si no le vuelven a fallar, seguro pasarán la prueba y fortalecerán su relación,
pero ¿Qué pasa si no? ¿Qué pasa si, por más que se esfuerzan, parece imposible
que su pareja confíe nuevamente en ustedes? O, lo que creo que sería peor ¿Qué
hacer cuando ustedes no han mentido, solamente su pareja es insegura y los cela
constantemente? Terminen la relación, eviten la sensación constante de tener
que estarse ocultando, eviten lo más que puedan ser vigilados constantemente,
eviten las peticiones irracionales: que les prohíban vestirse como ustedes
consideran apropiado, hablar con personas que no son toxicas para su relación,
salir con sus amigos y divertirse. Por favor, hijos, eviten a toda costa ser
controlados y ser cambiados a la conveniencia de alguien más.
Hijos, yo me esforcé desde que eran pequeños para darles seguridad,
confianza y libertad. Nunca arrebaten de la vida de otra persona esas
bendiciones y jamás permitan que alguien más se las arrebate a ustedes.
Sean libres y amen en libertad. Sean libres y quédense con
personas que los amen en libertad.
domingo, 6 de septiembre de 2015
Cuando tu pareja no te presenta a sus padres
Niños, cuando tu papá
y yo éramos novios, siempre fue algo bueno, yo lo sabía, a pesar de los problemas y de las diferencias, yo tuve siempre esa seguridad de que él y yo estábamos destinados a estar juntos y superaríamos todo. Y aquí estamos.
Yo sabía que tenía cosas por mejorar: Aprender a decir lo que me molestaba de manera asertiva. Sorprendentemente, niños, era muy insegura, aunque no lo crean, me costaba decirle a su padre las cosas no me parecían bien, me era difícil pedirle que cambiara lo que consideraba que no era bueno para la relación, y eso trajo muchos problemas, pero bueno, fue algo que fui mejorando y ya lo he superado.
A todo esto, había un tema en
particular que me daba muchas vueltas en la cabeza: él tardó muchísimo tiempo en presentarme a sus abuelos. Si, cuando empezamos a ser novios oficialmente, yo tenía la certeza de que me presentaría rápido a sus padres, es decir, había tenido otras novias y a todas las había llevado a su ciudad natal para presentarlas, incluso a la chica con la que anduvo antes que conmigo, con ella solo duró 3 meses y alcanzó a llevarla con sus padres. Entonces, yo empecé a andar con él en un mes de agosto, tenia la certeza de que para diciembre yo ya habría ido a su ciudad de origen, ya habría visto la casa la que crió y claro, conocer a su familia. Pero diciembre llegó, es más! llegó el siguiente año, y no había pasado. Me preguntaba por que, vaya, era una buena relación seria, él ya conocía a mis padres, claro que había fallas, pero nunca deje de sentir que el me quisiera, que me respetara y me tomara muy en serio, entonces decidí esperar más. Tres años! Dios! Tres años de novios y no conocía a sus padres. Cualquiera
que lo supiera pensaba que él no me tomaba en serio, mis padres lo sabían, obviamente, y me lo decían: "Checa bien las cosas en tu relación, esta mal que no te lleve con sus padres". Eso me hacía enfurecer! Yo estaba segura que su padre me amaba y me tomaba
muy en serio y lo que teníamos era algo bueno, pero ¿Por qué se tardaba tanto?
Es decir, ya había platicado con él del tema, después de año y medio de relación al fin (recuerden que luchaba con mi seguridad para poder expresar bien mis puntos de vista) le hice la pregunta: Y a mi, cuando me presentarás a tu familia? Me dijo que sus papás ya le habían dicho que se detuviera, que no
llevará más chicas a su casa hasta que las cosas fueran formales. Era razonable, me prometió que a mi si me presentaría pronto, que él si me quería de verdad, solamente quería esperar un poco más. Me tranquilice, le di tiempo, decidí confiar en él y permitirle hacer las cosas a su manera y a su tiempo, decidí ya no fastidiar más con el tema, a fin de cuentas, yo quería que cuando se sintiera listo, a él le naciera llevarme a su ciudad natal y que no lo hiciera por que se sintiera presionado por mi. Le di tiempo, y el tiempo pasó y siguió pasando. ¡3 años! 3 años de relación y yo seguía sin conocer a nadie de su familia, pareció que le dio carpetazo al tema y ya no se volvió a tocar, es decir, no había ni señales de que pronto se acercaría ese gran momento, ¿por que? estaba confundida, era un novio muy bueno, me sentía respetada y querida por
él, me era fiel, era sincero, era un novio de 10, pero no me presentaba a sus
padres, y eso, eso es algo elemental para la pareja y el tema me estaba volviendo loca.
Debía volver a tomar el tema con él? Por supuesto que si! Es decir! Ya estaba molesta! Aquella vez que me dijo: "No te preocupes te presentaré a mis padres pronto" fue mentira, me mintió! Ya habían pasado 18 meses desde entonces!
Como se lo diría? Debía esperar a que sacará de pronto en la conversación a su familia? O simplemente yo debía preguntar de la nada? Debería presionarlo más exigiéndole que me diera una fecha exacta de cuando me llevaría? Si me daba más largas, debería considerar terminar la relación?
Lo debatía mucho, recuerden niños, a su madre se le dificultaba pedir lo que consideraba justo para ella en las relaciones
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